Como seres activos, las personas están constantemente realizando acciones rutinarias con el fin de vivir. Se necesita comer, cocinar, desplazarse, incluso pensar en multitud de condicionantes presentes en el día a día.
Estas acciones requieren de un aprendizaje y pueden llegar a perderse en determinadas circunstancias. Existe un método que permite medir esto, y se llama el Índice de Katz, usado de manera muy común por profesionales del ámbito geriátrico.
¿Qué es el Índice de Katz?
Se trata de un instrumento que permite evaluar la independencia de un enfermo en cuanto a la realización de las actividades básicas de la vida diaria.
Estas actividades son:
- Bañarse.
- Vestirse.
- Usar el baño (control de esfínteres).
- Trasladarse (de la cama a una silla, por ejemplo).
- Contención de esfínteres (control de la micción y defecación).
- Alimentarse.
El Índice de Katz fue creado en 1958 por S. Katz en un hospital geriátrico de Cleveland. El método consiste en evaluar el desempeño del paciente en actividades básicas de la vida diaria, también conocidas como ABVD.
Este tipo de actividades son aquellas que están orientadas al cuidado físico y que son fundamentales para el bienestar. En base a los datos que se obtienen en la escala de Katz, se determina el grado de dependencia de una persona a la hora de realizar estas acciones.
En muchos casos, puede ser contestado por el propio enfermo, en otros deben ser los familiares, y en todo caso, deberá mediar una exploración adecuada.
Se trata de seis variables que evalúan la capacidad o incapacidad de efectuar una serie de tareas. La capacidad para realizar cada una de las tareas se valora con 0, mientras que la incapacidad, con 1. El programa evalúa la puntuación final, y clasifica al enfermo en tres grados de incapacidad. Esta suele ser la valoración más utilizada, aunque originariamente los autores agrupaban progresivamente cada uno de los items o variables, señalando con diversas letras (A, B, C…etc.) el tipo de dependencia, según la función estudiada fuera clasificada de una forma u otra.
En cierto modo es parecido al Índice de Barthel, aunque es quizá menos utilizado en enfermos hospitalizados por procesos agudos, como accidentes vasculares cerebrales agudos.
¿Cuáles son los valores normales del Índice de Katz?
Este método se centra en diversos valores para examinar los grados de dependencia de un adulto mayor.
Los valores del Índice de Katz se expresan de forma categórica, y las personas se clasifican de la siguiente manera:
- 6 puntos: independencia total, la persona puede realizar todas las actividades sin ayuda.
- 4 a 5 puntos: dependencia leve o moderada, necesita ayuda para algunas actividades, pero puede realizar otras de manera independiente.
- 2 a 3 puntos: dependencia moderada a severa, requiere ayuda para varias actividades.
- 1 punto: dependencia severa, necesita asistencia en casi todas las actividades.
- 0 puntos: dependencia total, no puede realizar ninguna actividad sin ayuda.
El Índice de Katz no tiene “valores normales” en el sentido tradicional, ya que su objetivo es evaluar el grado de dependencia o independencia de una persona en las actividades básicas de la vida diaria. Dista de una prueba médica con rangos normales de resultados (como el colesterol o la presión arterial).
En este contexto, el valor “normal” o deseable sería el máximo puntaje de 6 puntos, lo que indica que una persona es completamente independiente en las seis actividades evaluadas.
¿Qué valora el Índice de Katz?
El Índice de Katz lo constituyen 6 puntos que se corresponden cada uno con las actividades a evaluar. Estas son:
- Aseo. La persona es independiente si es capaz de bañarse por sí misma o únicamente necesita ayuda para lavar alguna parte del cuerpo. Y se evaluará como dependiente si precisa ayuda física para lavarse o para entrar y salir de la bañera.
- Vestido. El mayor adulto puede ponerse y quitarse la ropa de forma autónoma. ¿Puede vestirse solo? ¿O solo es capaz de ponerse algunas prendas?
- Uso del baño. Cuando no necesita ayuda para ir al baño, bajarse la ropa, sentarse en el retrete y volver a vestirse, es independiente en el desempeño de esta ABVD.
- Movilidad. La persona con dependencia necesitará asistencia para moverse, sentarse en una silla o tumbarse en la cama.
- Continencia. Las personas que sufren episodios de incontinencia total o parcial se consideran dependientes en esta habilidad.
- Alimentación. Es una persona independiente cuando es capaz de llevar la comida hasta su boca e ingerirla sin recibir ninguna ayuda.
El chequeo debe llevarse a cabo en una estancia bien iluminada, ventilada, libre de distracciones y que preserve la intimidad de la persona. El test tiene una duración aproximada de cinco minutos, aunque podrá variar en función de la situación del paciente. Además, es el propio paciente el que debe contestar a la prueba.
En personas con pérdida de autonomía cognitiva, las preguntas deben dirigirse al familiar o cuidador.
La importancia de esta prueba es que se trata de una herramienta muy eficaz para los profesionales del sector de los cuidados domiciliarios. Es común que los servicios asistenciales y profesionales de la geriatría utilicen la escala de Katz para evaluar al adulto mayor antes de optar por una cuidadora a domicilio, ingresar en un centro de día o residencia para personas mayores. Con ello, pueden tomar decisiones relacionadas con su seguridad y cuidados.